PERIFÉRICOS

“Cuando procedemos a dar el último repaso a estas líneas, el momento político del país conoce una de sus etapas más inquietas, febriles y confusas de los últimos treinta y seis años. El ambiente está más enrarecido, las mentes preocupadas, los ceños fruncidos. Se diría que no está el horno para bollos. Una conciencia de cambio sacude a nuestro pueblo, a una parte cada vez mayor de nuestro pueblo, mientras otra sigue inerte, adormecida, alegre o confianza hasta el momento en que un trauma –todo es posible- vuelva a la realidad a quienes se evadieron de ella hace más de siete lustros. Con todo ello quiero significar que el cine realizado desde la marginación no puede estar ajeno a esta realidad y que por ello su momento presente es un momento lleno de inestabilidad y también de inquietudes concomitantes con las concretas circunstancias del entorno.

Estamos en una etapa que se mucho más importante hacer que teorizar. Recientemente se observa una clara tendencia a eludir cripticismos, a evitar la práctica personalista del cine en beneficio de la obra colectiva y del documental contrainformativo".